lunes, 27 de diciembre de 2010

Los beneficios de una población grande


Estudio: Una densidad de población alta provoca explosiones culturales

La creciente densidad de población, en lugar de mejoras en el poder del cerebro, parece haber catalizado el surgimiento del comportamiento humano moderno, según un nuevo estudio por parte de científicos de la universidad londinense de UCL publicado en la revista Science.

Una densidad de población alta lleva a un mayor intercambio de ideas y habilidades, y evita la pérdida de nuevas innovaciones. Es este mantenimiento de habilidades, combinado con la mayor probabilidad de que surjan nuevas innovaciones, lo que hizo que el comportamiento humano moderno apareciese en momentos diferentes y diferentes partes del mundo.

En el estudio, el equipo de UCL descubrió que habilidades complejas que han sido aprendidas a lo largo de las generaciones solo se pueden mantener cuando hay un nivel crítico de interacción entre personas. Usando simulaciones por ordenador de aprendizaje social, han mostrado que grupos con habilidades complejas y simples pueden coexistir durante largos periodos de tiempo y que el nivel de las habilidades que mantienen dependen de la densidad de población local o el nivel de migración entre ellos.

Usando estimaciones genéticas del tamaño de la población en el pasado, el equipo muestra que la densidad era similar en el África subsahariana, en Europa y en Oriente medio cuando el comportamiento moderno apareció por primera vez en cada una de estas regiones. El estudio también señala que la densidad de población habría bajado por razones climáticas cuando el comportamiento humano moderno desapareció temporalmente en el África subsahariana.

Adam Powell, del AHRC Centre for the Evolution of Cultural Diversity, explica:
“Nuestro estudio propone un nuevo modelo para explicar el porque de la aparición del comportamiento humano moderno en distintos momentos y distintas regiones del mundo, el porque desapareció en algunos lugares antes de volver, y el porque en todos los casos ocurrió más de 100.000 años después de que apareciesen los humanos modernos.

Cuando hablamos del comportamiento humano moderno nos referimos al salto radical de la complejidad tecnológica y cultural que hace a nuestra especie única. Esto incluye el comportamiento simbólico, como el arte abstracto y realista, y la decoración corporal con collares de conchas, ocre o tatuajes; instrumentos musicales; artefactos hechos con huesos, cuernos o marfil; cuchillos de piedra; y tecnología de caza más sofisticada como arcos, bumeranes y redes.”

El Profesor Stephen Shennan, del UCL Institute of Archaeology, explica:
“Los humanos modernos han estado en la Tierra al menos 160.000 o 200.000 años pero no hay evidencias arqueológicas de ninguna tecnología más allá de las herramientas de piedra básicas hasta hace unos 90.000 años.

En Europa y el oeste de Asia esta tecnología y este comportamiento avanzados explosionaron hace unos 45.000 años, pero no aparecieron en el este y el sur de Asia y en Australia hasta mucho más tarde, a pesar de la presencia humana.

En el África subsahariana la situación es más compleja. Muchas de las características del comportamiento humano moderno (incluyendo el primer arte abstracto) se remontan a unos 90.000 años pero luego desaparecen hace unos 65.000 años, para luego reaparecer hace unos 40.000 años.

Se han propuesto muchas sugerencias sobre el porque de que estas explosiones culturales ocurrieran donde y cuando ocurrieron, incluyendo nuevas mutaciones que mejoraron el cerebro, avances en el lenguaje, y expansiones hacia nuevos entornos que requerían nuevas tecnologías para sobrevivir. El problema es que ninguna de estas hipótesis puede explicar por completo la aparición del comportamiento humano moderno en diferentes momentos en diferentes lugares, o la desaparición temporal de éste en el África subsahariana.”

Dr. Mark Thomas, del UCL Genetics, Evolution and Environment, explica:
“Cuando pensamos en cómo llegamos a ser las criaturas sofisticadas que somos, normalmente pensamos en un cambio crítico repentino, un poco como cuando el monolito negro aparece en la película 2001: Odisea en el espacio. En realidad, no hay evidencias de un gran cambio en nuestra disposición biológica cuando empezamos a comportarnos de manera inteligente. Nuestro modelo puede explicar esto incluso si nuestras capacidades mentales de hoy son las mismas que las que teníamos hace 200.000 años cuando surgimos como especie.

Irónicamente, el descubrimiento de que el éxito de la innovación depende menos de lo listo que seas que de lo conectado que estés parece ser tan relevante hoy como lo era hace 90.000 años.”

Fuente: UCL study: high population density triggers cultural explosions

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